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Alfabetización Informacional (ALFIN)
en Colombia...
Mariposas amarillas

que preceden, constituyen y fortalecen
la gestión de información y del conocimiento,
la inclusión social, académica y científica,
el aprendizaje para toda la vida...






17 dic 2009

El conocimiento y reconocimiento de los modelos de comportamiento informacional. Un aspecto necesario para los servicios de información Web 2.0 y la Alfabetización Informacional-DHI desde las bibliotecas

La primera semana de diciembre tuve la oportunidad de participar en el XVI Coloquio Internacional de Bibliotecarios organizado por el Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara en el marco de la Feria Internacional del Libro-FIL.

Les comparto una introducción a dicha ponencia y la presentación de la misma, en la cual se busca destacar la importancia de considerar en los programas de Alfabetización Informacional tanto los modelos estructurados de Comportamiento Informacional (Information Behaviour) elaborados por distintos teóricos (Wilson, Ellis, Kuhlthau, etc.) como el comportamiento informacional de cada usuario, con sus ritmos y estilos de aprendizaje, con sus ritmos y etilos de búsqueda, recuperación, organización, publicación  y reelaboración de la información (gestión de información y del conocimiento), para integrarlos y ayudar al autoconocimiento del propio modelo de comportamiento informacional y mejorarlo continuamente conociendo otros modelos o estándares-normas de ALFIN.

Introducción...

Las bibliotecas hoy viven y tienen la posibilidad de vivir grandes cambios en sus servicios de información y en sus labores de formación hacia los usuarios gracias a las potencialidades que las tecnologías de la información y la comunicación –TIC– les ofrecen. Las TIC, y específicamente Internet como su mayor expresión, han generado una nueva dinámica de acceso a la información y de expectativas de formación en los usuarios basadas en varias características, a la vez complementarias y contradictorias, como son: la inmediatez y la multiespacialidad, las exigencias ante el cambio continuo, el deseo de compartir-se y la mayor segmentación (nichos/personalización) acorde a las necesidades y satisfactores específicos de un grupo, subgrupo o de cada usuario.

Estas características, el avance propio de las herramientas de Internet y los cambios pedagógicos conllevan entonces a la aparición de los servicios de información basados en la Web 2.0 y al paso de la Formación de Usuarios tradicional (enfocada a la capacitación para el uso de los servicios de la biblioteca) a la Alfabetización Informacional (Desarrollo de Habilidades Informativas-DHI) como medio para el aprendizaje permanente a partir de la adquisición de las competencias para localizar, seleccionar, recuperar, organizar, evaluar, producir, compartir y divulgar en forma adecuada y eficiente la información y el conocimiento a que estos procesos conducen como dinámica de aprendizaje, independientemente si a dicha información se accede por los servicios de la biblioteca, por la Web superficial o invisible, por las herramientas Web 2.0, etc.

No obstante, los avances y transformaciones que implican para las bibliotecas crear y desarrollar servicios de información Web 2.0 y programas de Alfabetización Informacional –ALFIN– apoyados cada vez más en plataformas de aprendizaje “virtual” y ayudas multimediales, conducen a la imperiosa obligación de conocer y reconocer más al usuario, a cada usuario, de conocerlo y reconocerlo no solo desde sus características generales como tradicionalmente lo han hecho los estudios de usuarios (edad, sexo, nivel de estudio, etc.) sino desde sus Comportamientos Informacionales previos y a formar, pues la dinámica actual de la información y el conocimiento implica trabajar desde los aprendizajes previos y significativos para así tener mejores resultados en esos servicios de información Web 2.0 y en la Alfabetización Informacional...



Conclusiones...

Si consideramos las distintas interrelaciones presentadas entre los modelos de Comportamiento Informacional, la Alfabetización Informacional y la Web 2.0, se puede concluir:

· La necesidad de ampliar los diagnósticos (estudios de usuarios) que generalmente se utilizan desde las bibliotecas para conocer al usuario (cuando se hacen…), más allá de su realización habitual en forma genérica con datos sociodemográficos, sino profundizando en sus comportamientos, en sus competencias, pues las nuevas dinámicas de formación activa (aprendizaje basado en problemas, en proyectos, zona de desarrollo próximo, etc.) es decir, desde de una perspectiva socioconstructivista, implican la personalización, es decir, reconocer que toda formación en ALFIN se debe basar desde los conocimientos y experiencias previas y los aprendizajes significativos de los usuarios. A su vez, el uso o no de servicios de información digital basados en Web 2.0, su uso adecuado y eficiente, dependerá igualmente de ese conocimiento, re-conocimiento de los usuarios, es decir, no basta con “suponer” que a los usuarios les gustaría tener servicios de información soportados en blogs, wikis, facebook, etc. por que son la “Generación Google”, sino que es necesario analizar, qué diferencia hace la prestación de esos servicios de información por Web 2.0, qué se puede potenciar-reorientar en los comportamientos informacionales detectados previamente en los usuarios en interrelación con dichas tecnologías, etc.

· La Alfabetización Informacional ha desarrollado modelos pedagógicos (Big 6, Big Blue, Bruce, Kuhlthau…) y estándares (ACRL, ANZIL, SCONUL, DHI Ciudad Juárez…), que hasta el momento han marcado la evolución de los programas de ALFIN en las bibliotecas. No obstante, cuándo se analizan estos programas, se encuentra que los mismos solo en muy pocas ocasiones retoman aspectos fundamentales, como son: cuáles son los conocimientos y experiencias previas de los usuarios con la información, sus comportamientos informacionales (URIBE TIRADO, 2008), y de estos comportamientos, cuáles a la luz de los modelos y estándares, son adecuados y no tanto, y así orientar de manera más personalizada la formación de ese usuario, o de ese grupo de usuarios que comparten unos semejantes comportamientos informacionales, tanto para las estrategias pedagógicas a seguir con ellos, los énfasis en determinados estándares para que trabajen su formación-autoformación (cuál es su modelo de comportamiento informacional idóneo y preferido, con el que se identifica, qué competencias según los estándares le falta desarrollar más), y las mediaciones tecnológicas adecuadas para esa formación-autoformación (plataformas de e-learning, integración educativa herramientas Web 2.0, etc.). 

· Cuando se revisan los programas de ALFIN que se llevan a cabo alrededor del mundo en diferentes bibliotecas, especialmente las universitarias que es donde ha habido más desarrollo (URIBE TIRADO, 2008; 2009b), se identifica que muchas veces no se asumen todas las acciones que implica la ALFIN, sino que se quedan en la formación para localizar, seleccionar, recuperar, organizar y evaluar la información, pero muy pocas veces van más allá, acogiendo lo que implica producir, compartir y divulgar, y es allí donde la Web 2.0 tiene un gran papel. Por un lado, los diferentes servicios basados en la Web 2.0 son fuentes de información sobre las cuales la información que contienen hay que: localizarla, seleccionarla… y a la vez, son el principal medio, o más fácil por ahora, en el que los estudiantes pueden publicar (con sus aciertos y desaciertos) la “nueva” información que tras el proceso de gestión de información y del conocimiento de la información han generado, por lo que formarse en el uso de las herramientas Web 2.0 implica que las mismas sean, como se ha repetido: un contenido de formación y un medio de formación-autoformación en ALFIN; y, un soporte en servicios de información digital y una fuente de información a considerar o no, según los criterios de selección y la necesidad de información y su satisfacción en un momento y contexto determinado, que es el principio y fin de todo programa-proceso de formación en ALFIN y de todo servicio de información digital; es decir, el motor o no de los Comportamientos Informacionales de los usuarios.


Ver presentación de la ponencia...

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